La acción climática en Colombia: un enfoque en la adaptación

Introducción

El cambio climático representa una grave amenaza para Colombia. Aunque las emisiones del país contribuyen poco al calentamiento global, Colombia es muy vulnerable a los impactos climáticos debido a factores como su ubicación tropical, sus ecosistemas diversos y su economía dependiente de sectores sensibles al clima. Por esto, la acción climática en el país debe enfocarse principalmente en medidas de adaptación para aumentar la resiliencia, en lugar de solo mitigar emisiones. Este texto analiza por qué la adaptación debe ser la prioridad de Colombia ante el cambio climático, y propone acciones clave en esta materia.

La alta vulnerabilidad de Colombia ante el cambio climático

Colombia es uno de los países más vulnerables a los impactos del cambio climático. Su ubicación tropical, la dependencia de sectores sensibles al clima y los limitados recursos de adaptación de sus comunidades lo colocan en una posición de extremo riesgo. Según un estudio de 2020 del DNP, Colombia podría sufrir una reducción de hasta 2.14% de su PIB para 2050 debido al cambio climático si no toma medidas ambiciosas de adaptación.

Si bien el país debe contribuir a reducir emisiones, su máxima prioridad debe ser implementar medidas prácticas para adaptarse a los impactos inevitables y proteger a sus habitantes.

La evidencia muestra que Colombia es uno de los países más vulnerables a los efectos del calentamiento global, por varias razones:

  • Ubicación tropical con alta exposición a eventos climáticos extremos como olas de calor, sequías e inundaciones.
  • Ecosistemas diversos y frágiles como páramos, bosques, manglares y arrecifes de coral que enfrentan graves riesgos.
  • Agricultura, pesca, turismo y otras actividades económicas dependientes de condiciones climáticas estables.
  • Infraestructura y asentamientos humanos frecuentemente ubicados en zonas propensas a inundaciones y deslizamientos.
  • Capacidad limitada de comunidades rurales pobres para responder ante desastres.

Esta combinación de factores hace que Colombia sea clasificado consistentemente como uno de los países con mayor riesgo climático a nivel mundial.

La necesidad de priorizar la adaptación sobre la mitigación

Si bien Colombia debe contribuir a la mitigación global reduciendo emisiones en sectores como energía y transporte, este no debe ser el enfoque principal de su política climática nacional. La alta vulnerabilidad del país significa que se deben priorizar medidas prácticas de adaptación para proteger a la población de los impactos que ya son inevitables debido a las emisiones históricas y actuales a nivel mundial.

La adaptación permitirá reducir sustancialmente los daños y pérdidas humanas que traerá el cambio climático a Colombia. El país no puede darse el lujo de enfocarse solo en la mitigación, sino que debe invertir ahora en adaptarse.

Acciones recomendadas para aumentar la resiliencia climática

Con base en la evidencia, se recomiendan las siguientes acciones prioritarias para la adaptación climática de Colombia:

Sistemas de alerta temprana

Fortalecer sistemas de alerta que permitan a comunidades vulnerables prepararse para eventos climáticos extremos.

Infraestructura resiliente

Promover infraestructuras como diques, drenajes sostenibles y edificios adaptados a inundaciones y deslizamientos.

Diversificación económica

Fomentar sectores más resilientes al clima para reducir dependencia de actividades de alta exposición como la agricultura.

Ecosistemas y reforestación

Conservar y restaurar ecosistemas, implementar agricultura sostenible y reforestar para aumentar resiliencia.

Educación y concientización

Educar a la ciudadanía sobre adaptación para generar capacidad de respuesta y apropiación frente al cambio climático.

Conclusión

En síntesis, es crucial que Colombia enfoque su acción climática en medidas de adaptación en lugar de solo mitigación, dada su extrema vulnerabilidad a los impactos. Si bien la mitigación es importante globalmente, la adaptación permitirá salvar vidas y proteger medios de vida ante desastres climáticos en el país. Se requiere inversión urgente en las acciones recomendadas para desarrollar comunidades adaptadas y resilientes.